La historia de Cusco, en el Perú, se remonta a tiempos preincaicos. Antes de la llegada de los incas, la región estuvo habitada por diferentes culturas, como los Killke y los Wari. Sin embargo, fue bajo el dominio incaico que Cusco alcanzó su mayor esplendor y se convirtió en la capital del vasto Imperio Inca.
Según la leyenda incaica, Cusco fue fundada por el primer emperador inca, Manco Cápac, quien habría establecido la ciudad alrededor del siglo XI. Durante el gobierno de Pachacútec, uno de los emperadores más destacados, Cusco experimentó un importante desarrollo urbanístico y arquitectónico, con la construcción de templos, palacios y terrazas ceremoniales.
Tras la llegada de los españoles bajo el mando de Francisco Pizarro en 1533, Cusco fue saqueada y gran parte de su arquitectura incaica fue destruida o reutilizada en la construcción de edificios coloniales. Sin embargo, muchos de los impresionantes monumentos incas, como el templo de Coricancha y la fortaleza de Sacsayhuamán, sobrevivieron y aún se pueden admirar en la ciudad.
Durante la colonia, Cusco fue un importante centro administrativo y religioso bajo el dominio español. Sin embargo, la ciudad sufrió numerosos terremotos y revueltas indígenas a lo largo de los siglos.
En la actualidad, Cusco es uno de los destinos turísticos más importantes de América del Sur, famoso por su impresionante arquitectura colonial e incaica, así como por ser el punto de partida para visitar la famosa ciudadela de Machu Picchu, uno de los sitios arqueológicos más impresionantes del mundo.